El tabaco de andullo es un apreciado producto artesanal de origen dominicano, realizado con un tradicional proceso muy peculiar en el que se mezclan distintas variedades de hojas de tabaco…
Este conjunto se envuelve en yaguas de palma y mediante la halada (un mecanismo manual) se prensa, enrollando su alrededor con sogas, preferiblemente de cabuya, para luego dejarse en reposo, fermentándose en su interior durante al menos 6 meses, aunque se suele almacenar durante un año completo, convirtiéndose con el paso del tiempo en una pasta compacta con un aspecto de color oscuro, con forma cilíndrica y terminación cónica, obteniendo en este punto del proceso las características valoradas del andullo (su gran fortaleza, su intenso aroma y su auténtico sabor), propiedades que adquiere gracias a las mieles y aceites propios de las hojas de tabaco.
• Una vez cumplido el período de curado y de añejamiento, el andullo puede ser consumido, ya sea para fumar, masticar o como rapé.
Últimamente, el andullo ha adquirido una creciente popularidad entre ciertos consumidores, como en el caso de las picaduras (andullo triturado en hebras para masticar o fumar), pero también es muy aclamado por los fabricantes de cigarros, que como se mencionó anteriormente, el andullo posee un elevado nivel de fortaleza, proporcionando un mayor efecto al ser degustado, razón por la que es apreciado como materia prima, permitiendo experimentar con las estructuras de los cigarros, sin obviar el aporte de sus matices como valor añadido, dándole un toque distintivo en comparación con los cigarros convencionales del mercado.
La calidad del tabaco de andullo se ve influida principalmente por su composición; integrada por la elección de las hojas de cada planta de tabaco, tomando en cuenta que no todas las hojas de una misma planta son ideales para ser utilizadas, [esto se verá a detalle más adelante en el proceso del andullo] por lo tanto, si el andullo es armado con las hojas adecuadas, independientemente del tipo de tabaco que se haya elegido, su calidad será destacada, considerando el implemento de las buenas prácticas durante la cosecha y postcosecha.
Otro factor importante, influyente en la calidad y en el buen estado del andullo, es el proceso del armado, una fase altamente técnica y esencial que precisa de verdaderos expertos, donde la construcción de este se pondrá a prueba en la etapa de fermentación. Un andullo de alta calidad puede identificarse por su buena pasta, con una consistencia idónea, un color oscuro (que oscila entre el marrón profundo y el negro) y la buena “fuma” (degustación de su fortaleza, los matices y de la quema o combustión).
-Falta de nutrientes (agua, abonos, fertilizantes).
-Enfermedad de las plantas.
-Mala recolección del cultivo.
-Secado excesivo de las hojas.
-Hechura con tabaco en mal estado.
-Exceso de agua durante la hechura de andullo.
-Haladas insuficientes o mal efectuadas.
-Almacenamiento inadecuado
Tomando en cuenta a la República Dominicana como el país de origen del andullo de tabaco, a lo largo de los años se han experimentado distintas técnicas y metodologías que han perfeccionado los procesos y la calidad de este. Adaptado como parte de su propia cultura, estas prácticas han sido heredadas a través de las distintas generaciones, siguiendo las buenas prácticas y el arte que conlleva su elaboración.
Un aspecto importante que hace que el andullo dominicano sea de los más destacados, son los propios cultivos de tabaco en suelos dominicano, tabaco que ha ido en tendencia a nivel mundial por sus cosechas idílicas, favorecidas por diversos factores como los microclimas de la isla, los entornos de cultivos y los rangos homogéneos de temperaturas, condiciones que dan como resultados hojas excepcionales para un andullo de primera clase.
Elección de la variedad de semilla a cultivar, entre las principales plantas destinada a la elaboración del andullo se encuentran: el tabaco Rabito o Punta de Lanza, el tabaco Guerrillero y el tabaco Pampanú o también conocido como Amarillo Parao.
Creación del semillero con su respectivo abono y la fumigación correspondiente, ya sea en la modalidad de “Canteros” o de “Cielo Abierto”. Este proceso incluye una etapa de germinación y crecimiento que abarca aproximadamente 45 días.
Trasplantar en el campo de cultivo. Este debe realizarse con el terreno húmedo, manteniendo una distancia de 2 pies entre cada planta. Se riega la plantación pasados los primeros 4 o 5 días, repitiendo esta actividad periódicamente cada 15 o 20 días. También se fumiga el cultivo entre 10 y 15 días después del trasplante, como también se aplica abono un mes después del mismo.
Una vez que la planta alcanza las 12 hojas en promedio (según la variedad del tabaco), se realiza el desbotone, método en el que se eliminan las flores de la planta, (para evitar cruces o alteraciones genéticas por polinización). Durante esta actividad, se aprovecha para seleccionar las plantas de las que se recolectan las semillas para la próxima cosecha.
Limpieza o levante de las matas, consiste en retirar las hojas más cercanas al suelo, conocido coloquialmente como “barre suelo”. Estas hojas, al no recibir la suficiente exposición del sol, no logran desarrollarse completamente, por lo que eliminarlas es beneficioso permitiendo que la planta concentre todos sus nutrientes hacia las hojas restantes.
Quiebre o cortes, actividad que se realiza aproximadamente un mes después del desbotone, y que consiste en recolectar las hojas que ya están llena (que han alcanzado su madurez técnica). Realizándose distintos cortes (de 3 a 4 cortes) durante los próximos días mediante las hojas se van llenando.
A medida que se van haciendo los cortes, se van recolectando las hojas que posteriormente son empleadas en ensartas de 3 o 4 unidades, con una longitud de 13.75 pies. Estas son colgadas en los ranchos mientras completan su proceso de curado. Permanecen durante un periodo de 13-15 días aproximadamente los cuales dependerán de diversos factores, siendo el clima el más influyente.
Una vez que ha transcurrido el período de curado, durante el cual las hojas no llegan a secarse completamente (a diferencia del tabaco destinado a otros fines, el tabaco para andullo se debe dejar el tallo con cierta humedad, parcialmente verde y no completamente marrón), se procede a desmontarse de los ranchos para pasar al “despalille”, como se le conoce al desvenado, actividad donde se les quita el esqueleto a las hojas, para luego hacer manojos equivalentes a 27-30 libras en general.
Hechura del andullo. Se inicia realizando el “deslome” de las yaguas de palma, las cuales son humedecidas y dejadas en reposo durante un día antes de ser cortadas al tamaño necesario y de ser moldeadas. Se urden los manojos de tabaco acomodándose en su interior, los cuales son envueltos por las propias yaguas, creando una especie de estructura cilíndrica, este se ata parcialmente para luego dar paso al proceso de la halada.
El andullo termina su proceso de fermentación mientras se añeja en almacenamiento, con un tiempo requerido de al menos 6 meses, aunque por lo general se suele dejar por mayor tiempo antes de ser utilizado. Con un peso promedio de 21-23 libras.
Un andullo correctamente elaborado y almacenado en condiciones óptimas posee la capacidad de conservarse en buen estado durante varios años, estimando que puede durar hasta 5 años en reposo, manteniendo su excelencia, aunque con una ligera disminución de sus atributos.
Proceso de halada de un Andullo.
Cortador tradicional para Andullos.
Apoyado por:
Mayor productora de picadura de tabaco y Andullo en la República Dominicana. | Picaduras San José, El Gallero, Don Picadura, Cigarros Torbellino